By Sinergia & Equilibrio

Un niño depende de la madre para comer y vivir y del padre para el sustento de las cosas, ambos llenan todas las necesidades del niño, creciendo sano y fuerte, cuando hay alguna falta, de cualquier parte, pueden venir limitaciones que se manifiestan en la adultez. Según Berth Hellinger, creador de las Terapias de Constelaciones Familiares, el equilibrio se manifiesta a través de la actuación del adulto, quien es capaz de mirar y aceptar la historia tal como fue.

¿Por qué sufrimos? Al crecer fácilmente se juzga el maltrato o la ausencia de los padres, desde la mirada de niño, el niño herido y afectado que clama atención, insumos, amor, caricias, comprensión y demás aspectos que, según el niño herido, debió darle los padres, o quizás según el adulto analítico que ahora se da cuenta de lo que no tuvo cerca.

En la otra arista se observa un adulto extremadamente agradecido por todo lo maravilloso que le dieron los padres, asumiendo el principio de las Constelaciones llamado: Lealtad a los padres. Cuando el niño crece dice: No te preocupes papá, yo te cuido.

• El niño crece y se cree capaz de suplir a su papá en los deberes con mamá y actúa como su pareja.
• La niña crece y puede creerse mejor que la madre, de adulta se consigue un hombre, lo maltrata y el hombre se va.
• Ambos pueden creerse los padres de su papá y mamá, creyendo ser responsables de ellos, dejando su vida personal de lado, sin mirar su futuro ni a su propia vida. Pueden enfermarse o dejar espacios vacíos con sus parejas, o simplemente no alcanzar desarrollarse ni tener éxito.

Quien no respeta a mamá no respeta a las mujeres y quien no respeta a papá tiene problemas con relaciones de autoridad, jefes, supervisores, profesores o superiores.

Quien no ve o desconoce a papá, por rencor o por ausencia, puede tener problemas con falta de fuerza para tomar decisiones y avanzar, o no tiene límites en las cosas que hace, se aboca al trabajo o a comer o a los vicios (alcohol, drogas, entre otras).

Todo se puede resolver, no cambiando la historia, sino terapéuticamente, sacando a la luz lo que estuvo oculto por muchos años, de la historia familiar, reconociendo las situaciones sin evaluarlas.

El secreto es que cada uno piense que su madre o su padre, fueron los ideales para construir mi historia y que la familia fue ideal, para poder vivir lo que correspondió vivir y aprender de ello para mi futuro.

Otro principio de las Constelaciones es: El orden del amor dentro de las familias. Se manifiesta hacia abajo, hacia las generaciones siguientes, no hacia arriba. Se agradece lo grande que fueron los padres, siendo mejores padres con sus propios hijos y honrando todo lo que de la familia se aprende. En caso de no tener hijos, la pareja puede crear un proyecto o empresa juntos, donde ambos aporten y cuiden a ese “hijo” que se forma y hay que hacer crecer.

La clave final es….

Amar desde el corazón:

• SÍ acepto mi historia familiar.
• POR FAVOR bendíganme para hacerlo mejor que ustedes.
• GRACIAS por todo lo que me han dado, por La Vida.

arisbel