Herramientas para gestionar el cambio

By Sinergia&Equilibrio

Hoy más que nunca todo está cambiando, no sólo las estaciones climáticas sino el planeta entero, las personas, los países, la economía, el internet, todo está revuelto y en movimiento. Por esto, cada vez hay más personas buscando cambiar de empleo, profesión, vivienda, pareja o país, lo cual genera un montón de altibajos emocionales y existenciales, toma de decisiones y miedos que enfrentar; es por este motivo que te traigo 4 herramientas para gestionar tus cambios personales, profesionales o empresariales.

Herramienta 1. Decisiones que dependen de mí

Cuando piensas en todos los factores que intervienen en el cambio que vas a enfrentar, te das cuenta que son muchos más de lo que imaginabas, y es que uno anda por la vida sin darse cuenta de lo involucrado que está con otras personas y sociedades.

Al cambiar se mueve tu mundo interior y también lo externo, por ejemplo:

Internamente hay emociones, costumbres de comer, ejercicios, rutinas y demás aspectos que tienen que ajustarse y quizás paralizarse por un tiempo; esto lo vivimos en carne propia al emigrar de Venezuela a España.

También hay cosas externas que se mueven, como la forma de economía, tipos de trabajo, costumbres sociales y medios de transporte que no puedes controlar pero que atentan contra tu estabilidad interna. De esto tenemos un master Salvador y Arisbel, cuando nos mudamos de Valencia España a Galicia, tooooodo es diferente, desde el idioma hasta la comida.

Entonces, párate un momento a escribir cuáles son esos factores que te generan estrés, y define si depende de ti o no, si los que dependen de ti los puedes resolver ahora o debes hacer algo antes. Todo influye en el momento de decidir con qué decisiones te vas a quedar y con cuáles no.

Si depende de ti, prioriza y haz que las cosas sucedan paso a paso y no intentes resolver todo de una vez. Pero si no depende de ti, déjalo ir, avanzará sólo cuando tú te enfoques en tu parte interior.

Herramienta 2. Decisiones con el corazón

Constantemente la sociedad nos dice que la mente es lo más importante y por eso hay que cuidar lo que pensamos, algo que compartimos a medias; es decir, creemos en: lo que piensas lo atraes pero no somos la mente.

La mente es donde desarrollas los pensamientos e ideas dominados por las creencias y costumbres que al juntarse generan las emociones, es decir la mente es el escenario para desarrollar todo este proceso pero no es tu esencia de vida o tu verdadera personalidad.

Es por eso que recomendamos que las decisiones no se tomen desde la mente y menos si está en puntos de estrés o momentos de presión, ya que podría alejarse de ser conveniente y muy susceptible de cometer errores que traerán grandes aprendizajes.

Para tomar una decisión lo mejor es conectarse con el corazón, para eso respira profundo antes, 3 veces, sin alzar los hombros, inflando la caja torácica y separando las costillas; luego con la mente en calma hazte la pregunta que requieres y anota lo primero que se venga, puedes hacerlo varias veces de acuerdo al tamaño de tus decisiones.

Herramienta 3. Respirar profundo

Cuando tienes un tema dando vueltas, te vienen ideas y factores de preocupación, van y vienen sin parar.

¿Te despiertas a media noche o por la madrugada pensando en algo pendiente?

Es común pensar que todo lo que nos ocurre o va a ocurrir, depende de nosotros mismos, por eso la mente no para de evaluar situaciones y posibilidades, aunque a veces sólo es un par de ideas en bucle.

Hay que hacerte consciente de la magia que existe a tu alrededor, ver la grandeza de lo que te rodea es entender que eres un pequeño mundo dentro de un universo, así que cuando tengas una situación por resolver entrégaselo a tu Ser Dios (o como lo llames). Respira profundo y baja tu atención al corazón, ahí está la paz que buscas y requieres para seguir adelante con certeza en el camino.

Herramienta 4. Aprender a meditar

Sé que suena muy común pero es que estamos convencidos que meditar es la gran herramienta para calmar la mente.

Siéntate en un lugar cómodo, con la espalda recta y relaja tu cuerpo desde el cuero cabelludo, la frente, la mandíbula, hombros, espalda, caderas y piernas. Centra tu atención en relajar los músculos y esto practícalo a diario hasta que tu cuerpo, al sentarte derecha, recuerde la relajación y automáticamente se encuentre en estado de bienestar.

Luego puedes colocar música de sonidos naturales, sin altibajos ni palabras, para alcanzar un estado de tranquilidad mental, evitando que los pensamientos que se cruzan te distraigan.

Cuando puedas centrarte en tu posición y recordar la relajación estarás listo para meditar 5 minutos antes de actuar y dar el siguiente paso en tu vida, esta vez con calma y sin angustias.

Resumiendo:

  1. Haz una lista de las cosas que debes decidir o hacer, con dos columnas, lo que depende de ti y lo que no. Prioriza y atiende lo que te corresponde a ti.
  2. No tomes decisiones con la mente estresada, respira profundo y centra tu atención al corazón para calmar la mente. Evitarás insomnios.
  3. Aprende a respirar antes de tomar una decisión.
  4. Medita antes de actuar, avanza sin miedos.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.     ACEPTAR